En este post vamos a contar una serie de errores objetivos que en AM estamos acostumbrados a identificar en el desarrollo de las tiendas online. Te lo contamos.
Podemos pensar que es fácil. Numerosos gurús nos cuentan en Youtube y en sus blogs lo sencillo que es empezar a ganar dinero en menos de un mes. Internet y Google tienen sus reglas. Sin embargo nos estamos acostumbrando a escuchar frases como:
1. Crea tu propia tienda online sin tener conocimientos web.
2. Genera ingresos pasivos para tener otro sueldo.
3. Podrás comprarte un Ferrari
Con el auge de los CMS (WordPress, PrestaShop, Magento) estamos viviendo una de burbuja del emprendimiento. Como en toda burbuja, las entidades que conceden créditos salen beneficiadas y el emprendedor no obtiene beneficio ninguno. Y podemos hablar de perder 30k-40k de inversión.
Los ingresos pasivos, NO SON PASIVOS: Requieren un esfuerzo alto, estar continuamente realizando labores de mantenimiento y controlando que no se produzcan errores. Hay un problema de concepto. Existe una tendencia a definir una tienda online con una premisa equivocada:
Me siento en el sofá con mi iPad a monitorizar mis ingresos.
Es el peor error que podemos cometer. Cualquier tienda online requiere un esfuerzo 24/7. No somos conscientes del esfuerzo/conocimiento que se requiere para generar ganancias en Internet.
Una tienda online es un concepto atractivo. Suena bien. Pero hablando claro, solo va a tener éxito si previamente se ha generado un tráfico orgánico objetivo. Esto quiere decir que necesitamos un número de visitas elevado que lleguen a nuestra web a través de buscadores.
Conseguido este volumen de visitas hay que centrarse en dos puntos:
1. Subir la tasa de conversión.
2. Minimizar la tasa de rebote.
Los TPV (Terminal Punto Venta) para negocios online tienen una cuota de mantenimiento mensual. No es excesivamente cara, pero si requiere de un volumen de venta mínimo para cubrir los gastos. A esto hay que sumarle la burocracia que acarrea y la necesidad de contactar constantemente con el servicio técnico del TPV elegido.
Los departamentos de prevención de blanqueo de capitales de los bancos han tenido que ir redefiniendo sus políticas a medida que el número de negocios online crecía.
Un TPV (por ejemplo de Redsys), utiliza un algoritmo de cifrado SHA-256. Esto significa que es obligatorio generar números de pedido distintos cada vez que se invoque el TPV. Es decir, necesitamos una Base de Datos para tener un control de los números de pedido que se han ido generando.
Las Bases de Datos normalmente no son gratuitas y supondrán un coste adicional en un proyecto web. También existen auditorías que se deben cumplir en los ecommerce convencionales.
En todo negocio online vamos a encontrar que debe existir un BackOffice para regularizar los pagos: Es decir, una cosa es lo que pasa a nivel de banco y otra lo que va ocurriendo en nuestra Base de Datos. Ambos entornos necesitan estar sincronizados.
Van pasando las semanas. No se consigue realizar prácticamente ninguna venta. ¿Serviría de algo una campaña de mailing o de promociones?
La respuesta es NO. Las medidas post-fracaso no sirven de nada. La tienda online no debería haber existido porque no se daban unas condiciones objetivas para que tuviera éxito.
Redefinir los Call To Action, las etiquetas h1, h2, h3 o incluir textos atractivos tampoco serviría de nada.
Dentro del ciclo de vida de un sitio web puede surgir la necesidad de que se produzca una evolución a tienda online. Es un proceso a medio/largo plazo y requiere de generar previamente un número elevado de visitas.
Un sitio web puede contar con un catálogo de productos atractivo. Si se produce una demanda objetiva de compra online debe producirse esa evolución a negocio online. Antes de dar el paso se deben valorar otras opciones de venta.
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